Querida Santa Juana...
Anónima Zona Este
Querida Santa Juana:
Después de un tiempo más o menos largo de jugar al escondite con la existencia de Dios, llega este hoy, tan distinto al ayer, en el que lo escondía y a la vez lo buscaba.
Hoy la realidad me obliga a "parar el juego" y me impone un encuentro sin forzarlo. Hoy sigue habiendo muchas cosas por hacer, pero...no hay mucho escape. Toca detenerse, y el ruido externo calla. Es justamente ahí donde se me acaba el juego, entrando sin buscarlo, en un vaciarme y dándome de bruces con una necesidad de paz interior en la que el encuentro se hace ineludible.
De repente, la enfermedad para al mundo entero, y el dolor humano que con frecuencia vemos como cosa de otros...ahora es de todos!!!
En medio de un extraño duelo, la presencia de ese con quien "jugaba al escondite" se me hace más necesaria que nunca, y por el momento, doy por finalizado el juego ( tú, como buena pedagoga bien sabes que de los "juegos" también se obtienen buenos frutos). El reencuentro me es hoy la paz necesaria.
Sigue acompañándonos, Santa Juana, desde la Casa del Padre, y ojala que la pandemia sea nuestra Mothe, puerta abierta a los planes de Dios.
Seguimos hablando!
ML. Zona Este