Alicia Zona Zur


Querida Santa Juana:

Ya ves que el mundo ha cambiado muy poco. Antes, como ahora, siguen siendo necesarios proyectos como el de la Compañía de Maria.

Las mujeres siguen luchando por un reconocimiento integral de su persona más allá de su papel de madre. Y ahora como antes la educación es la mejor manera de conseguirlo.

Al igual que vosotras asistíais a los enfermos de la peste en Burdeos, hoy día, hombres y mujeres laicos, pero con un gran espíritu de Dios, ayudan y arriesgan su vida por los demás. También lo hacen miles de religiosas que como vosotras hacen lo que saben y pueden hacer.

Nosotros, los laicos, somos parte de esa mirada amplía que veía Santa Juana, sintiéndonos parte con vosotras de la empresa que Dios le confió.

Sabemos que en estos tiempos difíciles nos acompañas y que como bien dices, el Espíritu Santo nos dará la fuerza para luchar y la esperanza para seguir.

Gracias Santa Juana.

Alicia