Anónima Grupo Levadura
Querida Madre Lestonnac:
Cuánta alegría nos ha proporcionado tu carta y el sentirte tannn dichosa! ... Aunque lo cierto es que no es para menos dado dónde te encuentras y viendo desde allí cómo continúa tu obra. Es curioso, Madre, como a pesar de los siglos, estamos viviendo situaciones q tú misma experimentaste y que nos hace tenerte, más presente, si cabe, en nuestros pensamientos:
-la enfermedad, la muerte, la desolación...tú, por la peste, nosotros por el Covid.
-Tu anterior estancia en La Mothe, y la nuestra, en este caso simultáneamente al Covid, en casa.
Querida Madre Lestonnac, cuántas veces hemos pensado en cómo aprovechaste la tranquilidad de la soledad para ver "de qué forma emplearías tu vida para trabajar por la gloria de Dios". Has sido fuente de inspiración para que estos momentos se hayan convertido en lugar de tiempos de desánimo, en tiempo de agradecimiento, de repaso de nuestra propia historia, de silencios inspiradores llenos de esperas y escuchas activas. Es tu vida fuente de inspiración para nosotras, nos alienta a aprovechar todo esto para renacer, y así, cuando salgamos a esas nuevas circunstancias económicas y sociales en las que encontraremos a muchos hermanos nuestros, seamos capaces, como tú, de dejar nuestra comodidad, nuestros "lujos personales" y entregarnos a su servicio. Nuestro regalo para ti, en este día, TU DÍA, es nuestra disposición a tender la mano. Eso sí, querida Madre, a pesar de nuestro empeño, nosotras no somos tú, y necesitamos que sigas amparándonos e intercediendo para que no se apague esa llama...
Te queremos, no te olvidamos, no nos dejes solas, Madre.
Miembro grupo Levadura