Fabriciana Zona Sur
A mi querida Santa Juana,
Tuve la suerte de educarme en tu colegio, te conocí siendo muy joven, aún asi, es ahora cuando puedo verte de otra manera, a través de los ojos de una madre, no de una niña. No sabía cuánto te admiraba, y cuánto me gustaría parecerme aunque fuese tan sólo un poquito a ti.
Cuántos años nos separan y sin embargo, cuán unida a ti me siento. Compartimos además tiempos difíciles. Este tiempo de pandemia, que nos ha tocado vivir, está siendo un tiempo de aprendizaje, tiempo de valorar, de abrirnos, conocernos y sobre todo conocerte a través del amor a los demás, la entrega, la ayuda al próximo y la enseñanza. Intento imaginarte, cómo debió ser para ti, y te imagino fuerte, sin dudar ni un momento que Dios estaba contigo y dando tanto amor. Tantas cosas quiero aprender de ti. Cada día pido para que el Espíritu Santo se impregne en mi, igual que hizo en ti. Te dio la fuerza, el valor, para luchar por esta "empresa" que tanto bien hizo y sigue haciendo. Pide Santa Juana, para que el Espíritu Santo nos de también a nosotras la fuerza que necesitamos para ser madres y educadoras siempre desde el amor de Dios. Hoy más que nunca necesitamos de ti, sabemos que estás con nosotras y nos mantienes unidas en el amor a María. Cómo despedirme sin darte gracias, por dejarnos a las que nos cuidan espiritualmente, que tanto nos están enseñando, porque gracias a ti, tenemos esta red que nos une a ti, y a través de la cual estamos creciendo. Y desde mi humilde corazón, me despido esperando conocerte aún más para seguir aprendiendo, aún queda mucho camino.
Fabriciana Nieto Muñoz.