Querida Santa Juana...

Montse Cortés- Zona Este


Querida Santa Juana,

Recibir tu carta ha sido aire fresco directo al corazón. Tu dulce mensaje, me ha llenado de alegría y emoción en este tiempo de confinamiento.

Respondo tu carta, el día de tu fiesta, no podía ser de otra manera, el día 15 de mayo, en mitad del mes de tu amada Virgen María.

Este año en la Red Laical lo celebraremos de manera diferente, sin poder abrazarnos ni encontrarnos físicamente pero unidas y unidos en pensamiento, aprovecharemos los avances tecnológicos para vernos en la distancia y orar juntos. Me siento afortunada por pertenecer a la Red. Vivir la fe en Compañía me ayuda a crecer como persona y como cristiana. Formar parte del grupo Terraferma me convierte en parte de la familia Lestonnac. Mis amigas y amigos de la Red me dan muchísimo más de lo poco que yo puedo aportar. Pertenecer a través de la Red Laical a la Compañía de María da verdadero sentido a mi vida, a como me relaciono con los demás y a todo lo que soy.

Como educadora me enfrento al reto de este tiempo lejos de la escuela. Paradójicamente esa tecnología que nos acerca y a la vez nos aísla, contra la que luchábamos, como educadores hasta el confinamiento, desaconsejando su uso abusivo a nuestros alumnos, en un abrir y cerrar de ojos se ha convertido en una herramienta esencial para mantener el contacto con nuestros alumnos y sus familias.

En el acompañamiento a nuestros niños y a sus familias. Tú, Madre, eres modelo a seguir, suavidad y firmeza, flexibilidad pero con la meta bien definida y siempre tocando con los pies en el suelo. ¡Difícil equilibrio! Cada familia, es un mundo, vive una realidad distinta, y se enfrenta a esta situación con sus capacidades y posibilidades. Como educadores Lestonnac y como personas cristianas debemos esforzarnos para intentar conjugarlo todo con sensibilidad, transmitiendo estima y compromiso por nuestro trabajo.

Hoy en cada casa de nuestros alumnos y alumnas también celebraremos tu fiesta, nuestra fiesta. En mi caso, acercándote a los más pequeños, para que sepan de ti, te conozcan, y vayas entrando en sus vidas, para que poco a poco forjéis amistad, para que se sientan acompañados por ti y que formes parte para siempre de ellos como formas parte de mi.

Este mundo nuestro es muy distinto al que viviste, pero solo en superficie, lo esencial, continua siendo idéntico. El sufrimiento y la esperanza, la vida que se abre paso y la enfermedad que la amenaza, la valentía y el miedo, la pobreza, los más débiles siguen siendo los que más padecen frente a los poderosos que a menudo abusan de su posición, nuestra sociedad sufre una fuerte crisis espiritual y de valores .... Tu visión continúa totalmente vigente y actual y nuestro compromiso debe permanecer firme y renovado.

Juana, admiro tanto tu fortaleza y valentía, tu supiste tender la mano siempre a quienes más lo necesitaban, te pido, que continúes caminando conmigo, que me ayudes a estar atenta, a tender la mano y a ser generosa en darme a los demás y sobre todo a saber escuchar en mi interior y ser capaz de ponerme al servicio del Padre, con humildad y alegría para poder ser transmisora de su Amor.

Gracias, Juana, por haberte conocido, por tu bondad y generosidad al fundar la Compañía de María, por formar parte de mi vida, por caminar junto a mí y ser modelo de fe y entrega al Señor a través de la Virgen María.

Me despido humildemente y te ofrezco todo mi cariño.

Montse Cortes- Grupo Terra Ferma