Querida Juana...

Rosalina Segovia

Querida Juana

No deja de asombrarse la cercanía, y la actualidad tanto de tus palabras como de tu misión. A pesar de los más de 4 siglos que nos separan, es como si tus directrices estuvieran escritas en pleno siglo XXI. Se pueden poner por obra en nuestra realidad, en nuestra vida cotidiana. Incluso nos asola una situación crítica sanitaria similar a otra que tú viviste.

Tu rica formación, a pesar de tu condición de mujer. Tu amplitud de mira, gracias a la variedad de influencias religiosas que tuviste la suerte de recibir. Hacen de tí la mujer atemporal que eres. Desgraciadamente sigue haciendo mucha falta tu obra en muchos sitios en los que el tiempo sigue detenido y donde la mujer no tiene acceso a la educación, ni formación. Pero desde las distintas celdas de esa red inmensa que es la Compañía de María, seguimos trabajando para lograr materializar esa misión que nos encomiendas. Desde nuestras casas y hogares, residencias, comunidades, ONGD, voluntariado... Confío y rezo para que el Espíritu me acompañe y guíe mis pasos. 

Sigue intercediendo por todos. Un fraternal abrazo

Rosalina Segovia