Virginia Vila Zona Oeste

                                                                                                                    Ferrol, 10 de mayo del 2020

Queridos compañeros y compañeras de la Red Laical,

Durante esta época de confinamiento, donde la vida nos ha cambiado para siempre ha sido también una época de pararse y repensar, pararse y rehacer. Dar valor a lo que realmente tiene valor en la vida.

Mi figura de Santa Juana estaba en una estantería con libros sin más, cuando Joan (titularidad) nos dice que David (coordinador de Pastoral de Zaragoza) está tan grave, se me ocurre hacer un pequeño altar con Santa Juana, una vela, unas flores y el altar de cartulina que Juan (nuestro director) nos enseñó a hacer con un truco de magia. En la cruz escrito el Padrenuestro, en la base personas importantes para mí de mi familia y de la Compañía. La oración de cada mañana empezó a ser distinta, más profunda, más necesaria, más especial. Ha sido duro vivir la evolución de David, por mis padres (personas mayores con riesgo), por mi hija que trabaja como auxiliar en un hospital en Coruña y que solo veo por video llamada.

He rezado mucho. Por todos los míos. Por mi otra familia, la Compañía. Por David. Por el hermano de una amiga que falleció. Por todos los sanitarios, muchos conocidos. Por los que limpian y desinfectan las calles. Por los que acuden a trabajar para que la vida pueda continuar. Por los que han perdido su trabajo o están en un ERTE. Por los que se han ido solos sin familiares cerca. Por los que no han podido despedirse. Por mi grupo de Confirmación. Por mis alumnos de cuarto que no podrán celebrar su última Santa Juana en el colegio como esperaban.

Doy gracias porque porque estoy sana y mi familia está bien, David se está recuperando, mi hija no se ha contagiado. No vivo en una casa con jardín pero he podido salir un ratito con mi perro a pasear, y hasta recoger flores porque la primavera ha llegado como siempre. Me he reencontrado con vecinos que antes las prisas no te dejaban ni pararte. He redescubierto mi barrio y tiendas pequeñas en las que nunca había entrado. He aprendido a hacer videollamadas, mandar tareas por classroom. He tenido mucho trabajo pero también he podido estar en contacto casi diario con mis compañeros y tener un trato personal con alumnos, esta vez sí, uno a uno.

Yo creo que la vida ya no será nunca igual, y quizás será mejor; algunos más otros menos pero hemos aprendido a valorar lo importante. Ayer daban la noticia que Seúl vuelve a cerrar bares tras el repunte de contagios. Ojalá hagamos las cosas bien porque sino este virus u otro virus nos volverá a encerrar en casa.

Mañana, día 11, es un día especial, como entramos en la Fase 1 puedo ir a ver a mis padres que no veo desde el 14 de marzo y doy gracias por ello.

Un abrazo

Virginia Vila - Grupo Man con Man