Despedida a M. Jesus Cabau
DESPEDIDA A MªJESÚS CABAU
MªJesús María Jesús Cabau nos ha dejado cuando de ninguna manera podíamos esperarlo. El Señor tiene sus caminos y ahora vive ya en la plenitud de su Reino.
MªJesús recogió la antorcha de la Compañía en el colegio de Lérida cuando las religiosas se marcharon de la ciudad y fue su Directora durante 25 años, manteniendo vivo el carisma educativo de Juana de Lestonnac. Inició la Red Laical y ha acompañado al grupo "Terra Ferma" hasta este momento y ha animado la Red de España desde su servicio en el Equipo Animador. También ha sido miembro activo de la Fisc y comprometida defensora de todas las causas justas.
Queremos hacerla presente con las palabras que ella misma pronunció en el último encuentro de Moderadores de la Red Laical con una imagen que expresa simbólicamente el sentido de su vida:
"Cuando contemplamos un árbol nos fijamos en su tronco, en sus ramas y en sus hoja. Del tronco admiramos su grosor, su fortaleza, su antigüedad y su belleza. La frondosidad de las ramas y de las hojas nos hablan de vitalidad...
Es fácil olvidarnos de lo más importante de un árbol porque no se ve. Para la vida de un árbol es necesaria una semilla plantada en tierra buena, tierra bien abonada y frecuentemente regada. De esta semilla brotarán las raíces que nutrirán al árbol y le darán la vida. Cuanto más profundas sean las raíces, más fuerte será el tronco.
El Espíritu Santo sembró en Juana de Lestonnac, buena tierra, una semilla que brotó con raíces vigorosas en 1607: La Compañía de María. Hoy su tronco y sus ramas después de 4 siglos son diversas y plurales. Nosotras religiosas, laicos y laicas, formamos parte de este árbol que a partir de la semilla inicial ha seguido creciendo en frondosidad y vitalidad.
Hoy, reunidos como Red Laical de España, en Haro vamos a plantar un cerezo, símbolo de esperanza y dulzura en la cultura china como testimonio de la Red Laical Compañía de María y de sus quince años de vida.
Con la tierra de Haro queremos mezclar la tierra traída de La Mòte , lugar de gestación del gran proyecto educativo de Juana de Lestonnac."
MªJesús, gracias porque has sido tierra buena y acogedora de las semillas que Dios sembró en tu vida, gracias por haber respondido a la llamada de Jesús, porque cumpliste tu Misión, cuidaste la llama, tendiste la mano y nos contagiaste a todos con tu entusiasmo. Has sido para nosotros testigo del camino del Evangelio.
Dejas en nosotros una huella profunda. Nos cuesta aceptar tu marcha pero sabemos que sigues a nuestro lado comunicándonos esperanza y entrega.